jueves, 8 de marzo de 2012

La falta de un sistema oficial de atención a los problemas de la niñez y la juventud, los altos índices de pobreza y desempleo, son causales directos del clima de violencia que vive el país y de la asombrosa cifra de más de 100,000 jóvenes incorporados a pandillas con altos índices de peligrosidad.

Honduras ocupa la tasa de prevalencia de VIH/SIDA más alta de Centro América y el quinto lugar en América Latina. El 80% de su población vive en la pobreza. Más adelante, para confirmar el nivel de sufrimiento que viven los hondureños, el prelado afirmó con honda tristeza “Jesucristo sigue sufriendo su pasión y muerte en este pueblo que está muriendo de hambre y enfermedades”.

Suficiente motivos tenemos los hondureños para sentirnos así: el 34% de los niños hondureños padece de desnutrición crónica y carece de oportunidad para estudiar. La inequidad en la distribución de la riqueza nacional es, a todas luces, uno de los principales determinantes de la pobreza.

Honduras Ahora 

Los programas sociales en Honduras no son suficientes para hacerle frente a las demandas de toda la población, especialmente la que vive en las zonas rurales y poder con ellos lograr una mejora significativa en el estilo de vida de todos los hondureños. Las comunidades rurales no están tan densamente pobladas, es por ello que los programas sociales se concentran en las áreas urbanas que es donde la mayoría de la población demanda ayuda. Las personas que viven en las áreas rurales no cuentan con las oportunidades necesarias para desarrollarse, principalmente las mujeres, por lo que muchas de estas personas emigran a la ciudad buscando mejorar su calidad de vida dejando a sus comunidades sin su recurso más valioso. La inmigración resulta en un grave problema para las ciudades ya que no cuentan con la infraestructura necesaria para hacerle frente, por lo que la mayor parte de las personas que inmigran tienen que vivir en las orillas de las ciudades creando lo que se conoce como cinturones de pobreza, otro factor que se da es el incremento de los índices delictivos, ya que al no encontrar trabajo muchas de estas personas se dedican a delinquir. Actualmente Honduras no ofrece la infraestructura vial necesaria para fortalecer su comercio, por lo que aunque se logre cosechar algún producto la comercialización se hace bastante difícil. La misma dificultad se enfrenta cuando se requiere utilizar los servicios de salud o acceder a la educación.

Esperanza en el Futuro

Un futuro prospero para Honduras requerirá de la correcta utilización de sus recursos tanto naturales como humanos. El microempresario rural no desea nada más que poder tener una familia feliz y saludable, mejorar su nivel de vida y tener un negocio prospero. Estas personas necesitan de la asistencia económica para poder cumplir sus metas. La ventana esta abierta y Fundación Adelante es la oportunidad para cumplir esas metas.


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